La Administración Nacional de Aviación Civil de Argentina, bajo la lupa de la OACI

Un avión despegando de un aeropuerto argentino.
Un avión despegando de un aeropuerto argentino.

La Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) recibió a una delegación de la Organización Internacional de Aviación Civil (OACI) para evaluar los avances de Argentina en el cumplimiento de las normas y procedimientos establecidos por este organismo internacional, en el marco de sus Misiones de Validación Coordinadas (ICVM).

 

En estas horas, la ANAC comunico que las ICVM son actividades que realiza la OACI para validar los Planes de Medidas Correctivas de un Estado y así supervisar el cumplimiento de las normas de seguridad operacional dentro del sistema aeronáutico civil del país. Sabido es que la calificación aeroportuaria nacional estaba en notable riesgo y poco se había realizado en la administración política pasada para solucionar los temas en cuestión.

En el año 2022 la ANAC ya había sido auditada por la OACI, obteniendo resultados poco favorables, con un cumplimiento del 60,47%, muy por debajo del promedio regional. En ese tiempo, dos de las áreas que OACI evaluó fueron las que tuvieron pésimas calificaciones: un 41.67% en “Organización de la Aviación Civil” y un 37,29% en “Operaciones”, esta última clase, íntimamente unida al cumplimiento de estándares internacionales en relación al control, fiscalización y seguimiento de las operaciones de las maquinas aéreas en en entorno aeroportuario.

Frente a la crisis declarada y al riesgo evidente de perder categorías, lo que hubiera significado un desastre aerocomercial, la nueva administración de Javier Milei decidió la rápida intervención de la ANAC y designar a María Julia Cordero como interventora, con la misión de identificar los problemas operativos y adoptar las medidas necesarias para subsanar las deficiencias heredadas, clarificar la situación operativa y poner rápidamente en orden el organismo. 

Con órdenes expresas, comenzó un proceso de reestructuración de la ANAC, con plazos y procedimientos excepcionales, buscando convertirla en un organismo operativo acorde a las reglamentaciones vigentes y a las recomendaciones de la OACI, garantizando la seguridad operacional. A partir de las labores iniciadas, se implementó un plan de acciones correctivas para abordar las observaciones que se habían realizado sobre el sistema aeronáutico nacional, diseñado con la asesoría técnica de expertos de la Oficina Regional Sudamericana de la OACI, corriendo contra los plazos estipulados por el organismo internacional.

En la auditoría los temas pendientes, por lo tanto a evaluar, son los progresos realizados en diversos aspectos de la aviación civil. En ese sentido, se analizan los elementos que habían presentado falencias y resultados negativos en las áreas de: Legislación Aeronáutica Primaria y Reglamentos de Aviación Civil (LEG), Organización de Aviación Civil (ORG), Licencias y Capacitación de Personal (PEL), Operaciones de Aeronaves (OPS), Aeronavegabilidad de Aeronaves (AIR), Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación (AIG), Servicios de Navegación Aérea (ANS) y Aeródromos y Ayudas Terrestres (AGA). Como vemos son varios los puntos débiles de la estructura aerocomercial nacional.

Esta es la segunda auditoría que recibe esta gestión en menos de un año. En octubre pasado, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) evaluó el sistema aeronáutico nacional para determinar si el país podía conservar la Categoría 1 de Seguridad Operacional Aérea, la máxima calificación otorgada por dicho organismo. Durante esa auditoría, la FAA destacó los avances técnicos alcanzados por la ANAC en tiempo récord, lo que permitió mantener la categoría y evitar la degradación del sistema aeronáutico argentino a nivel internacional. En este contexto, la ANAC recibe a la OACI reiterando su compromiso con la supervisión y mejora continua de la seguridad operacional, con el propósito de asegurar no solo el cumplimiento de los estándares internacionales, sino también la calidad y la seguridad del sistema aeronáutico en el país.

El presidente Javier Milei y su declarada política de Cielos Abiertos, requiere orden y el cumplimiento estricto de todas las normativas jurídicas, técnicas y operacionales para movilizar el mercado aeronáutico, traer inversiones y nuevas compañías transportadoras que puedan favorecer el negocio aerocomercial. 


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