El conocido avión presidencial argentino Tango 01, adquirido por el presidente Carlos Menem durante su mandato en los años 90, deja el país y viaja a Estados Unidos para ser entregado como parte de pago del nuevo avión presidencial que compró el pasado año Alberto Fernández.
Cinco presidentes argentinos utilizaron el Tango 01 a lo largo de 23 años de servicio, hasta que en 2016 la administración de Mauricio Macri decidió desactivarlo. A partir de allí nunca más voló, pero aún persisten leyendas sobre su interior lujoso o los usos que le dieron a la aeronave los funcionarios de turno.
El Boeing 757-200 Tango 01 argentino será desguazado y sus partes vendidas.
Adquirido en 1992 durante el gobierno de Menem por 66 millones de dólares, el avión presidencial presentaba detalles de calidad y buen gusto que hicieran honor al precio que aquella administración pago. El presidente había quedado prendado de una aeronave similar que tenía la presidencia de México y quiso uno para él.
Airline Ninety Two visitó la aeronave año atrás, en aquel momento los especialistas nos indicaban que reunía requisitos que bien podrían ser de un avión de lujo, con excelentes capacidades de transporte y novísimos sistemas de navegación.
Una de las leyendas sobre este aeroplano es que poseía canillas de oro. Nos explicaron que no fueron hechas de este material, pero indicaban que toda la grifería tiene un baño y tratamiento superficial en oro para mantener el brillo.”
También había un sillón de peluquero que Menem hizo instalar en el baño contiguo al dormitorio presidencial. El Tango 01 contaba, además, con teléfono satelital e internet y los habituales equipos de comunicaciones encriptadas.
Quienes volaron más con este avión
Nuestra revista accedió a datos oficiales sobre la cantidad de horas de vuelo del Tango 01 en cada período presidencial. Carlos Menem fue el mandatario que más utilizó la aeronave. En sus dos períodos liderando el país, voló un total de 3684 horas. En el primer mandato fueron 1.328 horas y en el segundo, unas 2.356. Acostumbraba a invitar periodistas y empresarios a estos periplos, los cuales eran reflejados en la prensa rápidamente.
Seguía en la lista Néstor Kirchner con un total de 2.002 horas y en tercer lugar Fernando de la Rúa. Aquí se presentó una peculiar situación, se trató del político que durante su campaña a presidente prometió deshacerse del Tango 01, pero, sin embargo, fue uno de los que más lo utilizó si se tiene en cuenta que solo estuvo dos años en la Casa Rosada. Su famosa frase durante la campaña política “Es lindo, pero lo vendo”, no la llevo a la práctica.
Luego siguen Cristina Kirchner (un total de 1.594 horas de vuelo, que se corresponden a las 861 horas de su primer mandato, y a las 733 de su segundo); tomemos en cuestión que la primera mandataria usaba no solo esta aeronave sino jets de la estatal petrolera YPF y lo que le viniera en gana de las flotillas gubernamentales.
Eduardo Duhalde (voló 757 horas en un año y 4 meses de mandato); Adolfo Rodríguez Saá, que en sus siete días de mandato utilizó el avión durante 17 horas. Mediocres trabajos de mantenimiento sobre su estructura y sistemas provocaron frecuentes tiempos muertos en su historial, aunque este mismo libro no es muy fiable, ya que se sabe que hubo vuelos no inscriptos en los cuadernos de operación. Las administraciones kirchneristas utilizaban los medios de la Flota Presidencial a destajo para casi cualquier cosa, pero descuidaban profundamente la problemática del mantenimiento.
El Tango 01 siguió volando porque era tripulado y sostenido por un grupo selecto de la Fuerza Aérea Argentina, que con discreción y capacidad debía soportar las veleidades de los políticos de turno, que suelen ser muy impermeables a consejos prudentes de los especialistas.
El Tango 01, con mínima tripulación, inicia su largo viaje.
Con un modelo específico de propulsor, como los motores Rolls & Royce, bastante escasos en el mercado internacional, ya que la mayoría de los 757 fueron motorizados por Pratt & Withney, el horizonte operativo fue declinando. Al asumir Mauricio Macri, declaró no querer usar este bimotor y fue virtualmente abandonado en la plataforma militar de la I Brigada Aérea de El Palomar.
Se intentó adquirir un avión específico más chico para uso presidencial, pero se fracasó en la búsqueda. Como tantos políticos, Macri comenzó a usar vuelos comerciales para sus traslados, hasta que en uno de esos publicitados vuelos, en el mismo avión, volaban dos narcotraficantes y decenas de miles de pastillas de éxtasis. A partir de ahí, solo se utilizaron chárters privados, contratados exclusivamente.
Después, arribó al sillón presidencial Alberto Fernández, que no usó el Tango 01 e incluso programó un proceso de modernización del aparato, a un costo de 15 millones de la verde moneda. Recordemos que este programa incluía la instalación de tanques suplementarios de combustible para permitir una mayor autonomía, nuevos sistemas de comunicaciones seguras y un actualizado sistema de aviónica, como es habitual por estos lares, el proyecto quedó en nada y se recomendó adquirir otro reactor para el presidente.
Por años languideció a la intemperie y sin mantenimiento, aunque se informó que se pagaban doscientos mil dólares anuales en su sostén logístico, ahora, después de ocho años desde su última operación aérea, finalmente fue entregado como parte de pago del “nuevo” Boeing 757-200 adquirido en los EEUU y rematriculado ARG 01, comprado por 21.730.000 USD, más la entrega del Tango 01, que fuera valuado en 3 millones de dólares por un organismo de auditoria nacional.
Técnicos estadounidenses llegaron al país con repuestos y piezas necesarias para su puesta en marcha, tras las labores de rigor, la aeronave comenzó su extenso vuelo hasta el país del norte, donde la máquina será desguazada y sus partes, en especial los motores, vendidas al mercado.
Finaliza así, en silencio y casi en forma oculta, la historia de este emblemático avión que marcó un tiempo de la historia aeronáutica nacional.
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