Este dispositivo, que actualmente se encuentra en las instalaciones del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), está pasando por una fase crucial de ensayos técnicos antes de su lanzamiento, programado para mediados de 2025. Con el nuevo satélite, España se posiciona en la vanguardia de los servicios aeroespaciales, gracias a una solución innovadora que asegura una gestión más eficiente y sostenible del tráfico aéreo.
Un paso hacia la cobertura global desde el espacio
El satélite IOD-2 incorpora una antena VHF de cuatro metros y un sistema ADS-B para supervisar la posición de las aeronaves, elementos esenciales que validarán la viabilidad de la comunicación en tiempo real entre pilotos y controladores aéreos. Esto resulta especialmente relevante en regiones donde actualmente no es posible mantener contacto de voz en tiempo real, algo que limita la capacidad de las rutas aéreas y afecta la eficiencia en el uso del espacio aéreo.
Gracias a la tecnología de Startical, los aviones podrán seguir trayectorias más óptimas, lo que no solo incrementa la seguridad y la capacidad de respuesta ante emergencias, sino que también reduce el consumo de combustible y, por ende, las emisiones de CO₂. Esto convierte esta iniciativa en un pilar clave para la sostenibilidad del sector aeronáutico.
Un proyecto de colaboración internacional con tecnología de vanguardia
La fase de pruebas del IOD-2 se está desarrollando en las avanzadas instalaciones del INTA, únicas en España, que permiten realizar ensayos de vibración, compatibilidad electromagnética y funcionalidad en un entorno de sala limpia. "Es un recurso esencial para el sector aeroespacial español, ya que facilita el desarrollo de proyectos tecnológicos sin necesidad de depender de instalaciones extranjeras", destacó Daniel Hernández Gómez, director del departamento de Ensayos de Equipos y Sistemas del INTA.
El proyecto también cuenta con la colaboración de la empresa lituana Kongsberg NanoAvionics, encargada de fabricar la plataforma del satélite, mientras que toda la ingeniería detrás de la misión ha sido desarrollada por Indra con el apoyo de Enaire. Este esfuerzo conjunto ha permitido entregar una solución de comunicación puntera en tiempo récord, según Atle Gjerløw Wøllo, consejero delegado de NanoAvionics.
Hacia una constelación de satélites operativos
El IOD-2, junto a su predecesor, el IOD-1, forma parte de la hoja de ruta de Startical hacia el despliegue de una constelación de más de 200 pequeños satélites en órbita baja, diseñada para cubrir de manera integral las necesidades de vigilancia y comunicación global en la aviación. Esta ambiciosa red espacial abrirá nuevas oportunidades para regiones en vías de desarrollo y consolidará a España como líder en el sector aeroespacial.
El lanzamiento del IOD-2 será una prueba decisiva para validar esta tecnología revolucionaria y marcará un antes y un después en la forma en que se gestiona el tráfico aéreo a nivel global. Según Juan Enrique González Laguna, director general de Startical, la iniciativa refleja "el compromiso de llevar los servicios de navegación aérea a todas las zonas del planeta, contribuyendo al desarrollo y la sostenibilidad de la aviación".
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