Durante este tercer vuelo, el equipo de Boom Supersonic probó diversos sistemas clave y evaluó el rendimiento del XB-1, expandiendo gradualmente los límites de vuelo de la aeronave. El piloto llevó al avión a las actitudes máximas de inclinación y guiñada previstas para las fases más críticas de vuelo, realizando estas maniobras a mayor altitud para garantizar un manejo seguro en caso de condiciones inesperadas.
Cabina del demostrador XB-1 de Boom Supersonic en pista. Foto: Boom Supersonic
Además, se evaluó el sistema de control ambiental (ECS) para asegurar que mantenga la temperatura y presurización adecuadas en cabina, algo vital cuando el avión ascienda a altitudes más elevadas, donde las temperaturas y presiones son más extremas. Otro logro destacado de este vuelo fue la prueba del tren de aterrizaje a una velocidad de 215 nudos, la segunda de tres etapas hasta alcanzar la velocidad máxima de seguridad de 225 nudos. También se avanzó en la comprobación del sistema de estabilización, ya demostrado en vuelos previos.
El vuelo alcanzó una altitud máxima de 15,000 pies y una velocidad de 232 nudos, con una duración total de 32 minutos.
Demostrador XB-1 de Boom Supersonic en la pista de pruebas. Foto: Boom Supersonic
El XB-1 continúa progresando hacia su meta de vuelo supersónico, con un total de 10 vuelos de prueba planificados antes de romper la barrera del sonido. Tras recibir la primera Autorización Especial de Vuelo para superar Mach 1 por parte de la Administración Federal de Aviación (FAA), el avión llevará a cabo operaciones supersónicas en los corredores de vuelo Black Mountain y Bell X-1, áreas reservadas para investigaciones y operaciones militares.
Este programa de pruebas no solo busca validar el rendimiento del XB-1, sino también sentar las bases para el desarrollo de Overture, el futuro avión supersónico de Boom. Gracias a tecnologías avanzadas como la aerodinámica optimizada digitalmente, materiales compuestos de fibra de carbono y sistemas de visión aumentada, el XB-1 está preparando el camino para liderar el renacimiento de los viajes comerciales supersónicos, dos décadas después del retiro del Concorde.