El uso de hidrógeno como combustible es clave en la estrategia de descarbonización de la industria aeronáutica, con el objetivo de alcanzar emisiones netas cero para 2050. En este contexto, las tecnologías de superconductores ofrecen una ventaja significativa. Estos sistemas ayudados del hidrógeno líquido a -253°C, permiten mantener los materiales a bajas temperaturas que les permitan mantener sus cualidades como superconductores de la electricidad, lo que podría redundar en una mayor eficiencia nergética de los aviones.
De izquierda a derecha: Ludovic Ybanez, Airbus Head of Cryoprop demonstrator and Cryogenics technology; Airbus UpNext, Dr Grzegorz Ombach, Airbus Senior Vice President and Head of Disruptive R&T; Tsutomu Takeuchi, Toshiba’s Corporate Officer, responsible for Power Systems business, and Director of Toshiba Energy Systems & Solutions Corporation; and Kensuke Suzuki, Head of New Technology, Power System Division, Toshiba Energy Systems & Solutions Corporation.
La colaboración entre Airbus y Toshiba busca desarrollar un motor superconductor de dos megavatios, que representaría un avance tecnológico crucial para los aviones de próxima generación. Grzegorz Ombach, Vicepresidente Senior de Airbus y Director de Investigación y Tecnología Disruptiva, destacó que esta asociación abrirá nuevas posibilidades en el diseño de aeronaves, mientras que Tsutomu Takeuchi, responsable de la división de sistemas energéticos de Toshiba, subrayó el potencial de los superconductores para transformar el sector aeroespacial.
Tanto Airbus como Toshiba han estado trabajando durante años en la investigación de esta tecnología. Airbus, a través de su proyecto Cryoprop, ha estado probando sistemas de propulsión eléctrica superconductora, mientras que Toshiba lanzó en 2022 un prototipo de motor superconductor de dos megavatios para aplicaciones de movilidad.
Este acuerdo marca un hito importante en la colaboración entre Airbus y Japón, tras la apertura del Airbus Tech Hub Japan en mayo de 2024.
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