Después de Maceió y Juazeiro do Norte, esta es la tercera instalación que abre Aena.
En el aeropuerto de Campina Grande se realizaron una serie de mejoras en la pista, haciendo que los procedimientos de aterrizaje y despegue sean más seguros y acordes a la normativa vigente. En la calle de rodaje, con el objetivo de facilitar mejor las maniobras de los pilotos, se implementaron nuevas señales, tanto verticales como horizontales. Además, también se instalaron RESA (Áreas de Seguridad de Extremo de Pista) en ambos extremos de la pista, de 1.600 x 42 metros. Finalmente, se incrementó la iluminación y se revitalizó el asfalto.
Las obras estructurales permiten ampliar las operaciones en un 100%. Ahora, la terminal de Campina tiene capacidad para atender a más de 250 mil pasajeros por año.
Las intervenciones en las zonas de embarque y llegada contribuyeron a este crecimiento. Con 400 m², la sala de embarque obtuvo un nuevo canal de inspección por rayos X, más amplio y más cómodo. El sector de Llegadas tiene una superficie de 333,45 m² y sus principales características incluyen una moderna cinta transportadora para una rápida recuperación de equipaje y nuevos sistemas de aire acondicionado y extinción de incendios.
Unos días antes de la inauguración, la fachada del aeropuerto también fue renovada,y, con una superficie adicional de 800 m², la terminal de pasajeros igualmente recibió aire acondicionado y una fachada de cristal.
Aena reajustó, asimismo, toda la zona comercial, con una mayor variedad de tiendas, cafeterías y restaurantes repartidos por la terminal. También se incrementó la oferta de atención al cliente. La zona de check-in ganó un mayor número de mostradores, cintas de equipaje y oficinas para aerolíneas.
La reforma de Aena proporcionó a Campina Grande un aumento de su red aérea, la mayor expansión en la historia de la región. La terminal ofrece ahora rutas estratégicas, con vuelos a varios destinos directos, como Salvador, Recife, Fortaleza, Río de Janeiro y Belo Horizonte y conexiones internacionales.
