Aena ya tiene los pliegos definitivos para renovar las licencias de “handling” de rampa a terceros en el periodo 2022-29. Tras elaborar un primer borrador en octubre del pasado año y un segundo hace poco más de dos mes, ayer se abrió la convocatoria pública.
Como se puede constatar en el portal de contratación de proveedores de Aena se otorgarán 41 licencias, repartidas en 21 lotes, para un periodo de siete años, marcado por la recuperación del transporte aéreo tras el duro parón de la pandemia y las exigencias de la descarbonización de la aviación comercial, a la que no escapan los actores aeroportuarios. Todo ello está también determinado por los efectos de la guerra en Ucrania, con las sanciones al tráfico aéreo ruso y su impacto en el precio de los combustibles.
Las estimaciones suponen que se puedan adjudicar las licencias en abril o mayo de 2023 y que comiencen a trabajar no más allá de septiembre. Con las estimaciones de recuperación plena de la actividad, el gestor aeroportuario público español podría captar más de 500 millones de euros en cánones de las licencias de “handling” entre 2022 y 2029 y los proveedores de esos servicios se disputarían un negocio de más de 4.000 millones.
Cinco son los aeropuertos de la red que van a contar, de nuevo, con tres operadores: Madrid, Alicante, Barcelona, Málaga y Palma. Gran Canaria mantendrá dos licencias, al igual que Tenerife-Sur, Tenerife-Norte, Valencia, Ibiza, Sevilla, Lanzarote, Bilbao, Fuerteventura y Menorca, entre otros, a los que se sumará la lista de aeropuertos de menor flujo de pasajeros, que contarán con una única licencia.
Para estos se han creado distintos lotes (algunos que suponen una segunda licencia, para repartir mejor la adjudicación): el 16 agrupa a Santiago, Gerona, Asturias, Reus, La Palma, Zaragoza, Valladolid, San Sebastián, La Coruña, Santander, Vigo, Vitoria, Burgos, Pamplona, Huesca, Logroño, Salamanca y León; en el lote 17 están Santiago (segunda licencia), Gerona (segunda), Asturias (segunda), Jerez, Almería, Murcia, Granada, Melilla, Badajoz, Córdoba y Albacete; el lote 18 aglutina a La Palma (segunda), La Gomera y El Hierro; el 19 a Ceuta y Algeciras; el lote 20 es Zaragoza (segunda licencia de carga) y el 21 Vitoria (segunda licencia de carga).
Sostenibilidad en el concurso de “handling”
Entre las principales novedades del concurso de "handling" de rampa destaca la firme incorporación de exigencias de sostenibilidad:
- Las nuevas licencias quieren limitar, de entrada, la antigüedad máxima de determinados medios para operar en pista.
- Además, se contempla la instalación de 616 cargadores eléctricos de uso compartido
- Un porcentaje mínimo de vehículos y equipos sostenibles, que se incrementaría anualmente desde el 23 por ciento actual hasta el 78 en 2030
- Y otro porcentaje de vehículos eléctricos, que se incrementaría del 23 % actual hasta el 49 %.
- Tambén se fomenta el “pool” de equipos para maximizar la eficiencia de operaciones.
Según informa Aena, los agentes que opten por las nuevas licencias podrán mejorar, mediante su oferta, tanto los porcentajes de flota sostenible y eléctrica, como reducir hasta tres años la antigüedad máxima exigida. Tras incorporar las demandas de los distintos actores de este sector, los pliegos fijan una relación 65-35 por ciento en las valoraciones técnica y económica.
Cuando en 2015 se organizó el último de los concursos convocados para renovar las licencias de “handling”, y aprendida la lección por parte de Aena de los anteriores, se redujo considerablemente el número de adjudicatarios. Sin embargo, el hecho de que el valor primordial para puntuar fuera el porcentaje de reducción en las tarifas de prestación de servicios en tierra a las aerolíneas, hizo que, en un marco de enorme competitividad, los operadores rebajaran sus ingresos y, como consecuencia, de ello se buscara la solución de recortar la adquisición de equipos nuevos.
Para la Asociación Española de Fabricantes de Equipos de Asistencia en Tierra para Aeronaves (AEFEATA), unos equipos poco tecnificados degradan y ponen en peligro las operaciones de “handling” y la seguridad del aeropuerto en general. Ninguna aerolínea dejará de volar por un incremento de esa tarifa, estiman, por lo que no ha tenido nunca sentido poner como factor más importante en la evaluación de las ofertas el abaratamiento, que, por otro lado, no significa ni siquiera el 50 por ciento de las tasas de aterrizaje.
Telemetría y geolocalizacón de equipos
Con el objeto de modernizar y mejorar la eficiencia, en las nuevas licencias se ha apostado asimismo por soluciones de telemetría y geolocalización de equipos y por una digitalización de los datos involucrados en el servicio, tanto de Aena, como de aerolíneas y del propio agente de “handling”. En lo que respecta a los medios humanos, la licitación incorpora al pliego la figura del coordinador de incidencias en este ámbito, un puesto clave para la evaluación constante del servicio y fundamental para la mejora de los procesos.
Lecciones aprendidas en la pandemia
Con las lecciones aprendidas por la pandemia, las nuevas licitaciones contemplan que, en caso de un escenario excepcional que derivara en un brusco descenso del tráfico aéreo, los proveedores de servicios pudieran adaptar sus medios y horarios a la demanda sobrevenida. Se trata de poder garantizar la rentabilidad de los contratos y la eficiencia de los activos. Para dar una idea de las fluctuaciones que pueden tener, publicamos el Cuadro de Desglose de Ingresos de Aena en los dos años duros de la pandemia.
El plan sostenible de Aena
Según el propio Javier Marín, director general de Aeropuertos de Aena, las próximas licencias suponen un pilar fundamental sobre el que desarrollar la estrategia de sostenibilidad de la entidad de aquí a 2030: «El plan de acción climática de Aena constituye su hoja de ruta en el medio y largo plazo, para lograr convertirla en un operador de aeropuertos neutral en carbono en 2026 y sentar las bases para alcanzar las cero emisiones netas en 2040. Para ello, de 2021 a 2030 la inversión será de alrededor de 750 millones de euros en actuaciones relacionadas con la sostenibilidad. Lograr una aviación limpia para 2050 es posible y, para ello, Aena está plenamente implicada en contribuir al uso, a medio plazo, del hidrógeno como fuente de energía o de aeronaves 100 por ciento eléctricas».